Mientras que otros presumen de sus viajes a la playa o de sus escapadas a otros países, yo planeo la MÁS de todas las deseadas visitas... nuestra quedada anual... Sólo te falle una vez, la primera vez, cuando aún no había aceptado que a partir de aquel momento, si quería estar a tu lado, así debía ser... me costó darme cuenta que sería como tu querías, pero así será... y aquí estoy, vistiendome por fuera, tapandome por dentro, para nuestra cita, nuestro encuentro a través de una lápida de marmol...
Sólo tu eres capaz de hacerme sonreir con los ojos inundados recordando nuestros momentos... No he vuelto a sentir como me sudan las manos heladas, desde que no te escribía...
Mañana será un día importante, conocerás a la persona que me cuida como tu querrías hacerlo, a ese hombre, que daría por mí lo que a tí te falta, por protegerme.
Mañana te contaré mis miedos tras el silencio de unas lágrimas frente a tí, te agradeceré de nuevo, que me hayas dado ese gen que me hace no temblar ante esas dificultades con las que me siento tan pequeña que no veo el fin, y nos reiremos de esas tonterías insiginificantes del día a día que me hacen ver, solo por un momento, el vaso desbordado...
Desde antes de comenzar este recuerdo, no he parado de escuchar la canción "Pequeña, de las dudas infinitas..." Sobran las palabras, los sentimientos llenan todo lo demás.